La pensión se ve desde diferentes perspectivas: como un gasto, como algo por lo que se paga sin saber si se llegará a reclamarla, como un posible reembolso para montar un negocio, entre otros aspectos. Sin embargo, se pasa por alto que es uno de los asuntos financieros más importantes en la vida de una persona. Por lo tanto, es relevante realizar una planificación financiera siempre que sea posible. Muchos cotizantes realizan sus aportes bajo el amparo de un empleo, donde el IBC se define según el salario estipulado por el empleador.
Recientemente, analicé un caso en particular y estudié las siguientes cifras que presento a continuación para que los lectores puedan sacar sus propias conclusiones. El caso se trata de un hombre nacido el 30 de noviembre de 1958, quien a la fecha del 30 de noviembre de 2020 tenía 62 años y contaba con 1.600 semanas cotizadas, cumpliendo así los requisitos para reclamar su pensión de vejez. Sin embargo, después de un análisis numérico, decidió continuar aportando. Veamos las cifras y su incidencia económica.
De acuerdo con su IBL calculado al 1 de diciembre de 2020, le correspondía una mesada inicial de $3.657.788. Esto significa que dejó de recibir un monto total de $167.903.720 en mesadas, correspondiente a los períodos desde diciembre de 2020 hasta diciembre de 2023. Además, realizó pagos de aportes para pensión como empleador por $65.677.742 y como independiente por $45.764.000, sumando un total de $111.441.742. También hizo pagos de aportes para salud por $81.869.193, lo que da un total de aportes para pensión y salud de $192.611.735. En total, salieron $360.515.455 del patrimonio de esta persona entre el 1 de diciembre de 2020 y el 30 de diciembre de 2023.
Debido a que continuó aportando, acumuló 1.750 semanas al 30 de diciembre de 2023. Al calcular la primera mesada para enero de 2024, esta resultó en $9.446.000. Sin hacer mención de la pérdida de valor adquisitivo de los $360.515.455, revisaremos a partir de qué año se empieza a reflejar la recuperación de estos fondos.
Considerando una mesada de $9.446.000 incrementada anualmente con un porcentaje del 9.28% (IPC de 2023) y tomado hipotéticamente para el reajuste de 2025 y 2026. Desde enero de 2024 hasta agosto de 2026, por concepto de mesadas, esta persona podrá recibir la suma de $369.524.205. A partir de la mesada de septiembre de 2026, el afiliado del caso comenzará a disfrutar de los beneficios de su proyección realizada respecto a su pensión.
Es importante precisar que los aportes salieron de su patrimonio debido a que cotizó como empleado de su propia empresa y como independiente al recibir ingresos de otras actividades. Recordemos que, en aplicación de la Ley 797 de 2003, una persona puede alcanzar hasta el 80% sobre el IBL resultante de sus cotizaciones de los últimos 10 años o de toda su vida laboral, eligiendo la opción más favorable. Además, tiene derecho a que se contabilicen todas sus semanas, incluso si son superiores a 1.800, según las subreglas definidas por la Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Laboral a partir de la sentencia fundacional proferida en el año 2022.